¿Vas a comenzar a estudiar oposiciones? ¿Estás ya en ello? Si la respuesta es sí, este post te interesa.

Opositar merece la pena, al menos en mi opinión, pero antes de ponerte a ello, tienes que tener muy claro que realmente quieres estudiar oposiciones, que realmente quieres una plaza para ti. Porque opositar no es un camino fácil ni es un camino corto. Vas a encontrarte con muchas dudas por el camino, mucha incertidumbre (¿lo estaré haciendo bien?) y además tienes que estudiar mucho, muchísimo. A mí siempre me gusta decir que opositar no solo va de estudiar, opositar es mucho más, y lo irás descubriendo por el camino. 

Pero no quiero asustarte, solo que estés prevenido, porque a pesar de que no es fácil, yo soy positiva, creo que lo puedes conseguir. Y también soy de las que piensa que merece la pena el esfuerzo. Hay muchas razones para opositar, tres de las cuales son:

 

  1. Estabilidad laboral, un empleo fijo
  2. Estabilidad económica, un sueldo al final de mes
  3. Y el trabajo de tus sueños, en el caso de que optes a una plaza vocacional: maestros, médicos, bomberos… o encuentres en la administración un trabajo con el que sentirte realizado al servicio de los ciudadanos.

Lo mejor, es tener estas razones presentes, pero si tienes una fuerza mayor, un motivo que te impulse, todavía te ayudará más a tener tu objetivo claro y seguir en los momentos difíciles.

Pero no me quiero detener aquí, cuando uno comienza a pensar en opositar, son muchas las dudas que surgen. Lo primero que te preguntas es ¿es una buena opción para mí? ¿seré capaz? ¿de dónde saco el temario? ¿por dónde empiezo?

Muchos amigos y conocidos me hacían estas preguntas y muchas más… puesto que no sabían por dónde empezar y como iba a ser todo esto de opositar, y así surgió la idea de escribir este blog y el libro Hay una plaza para ti. Con el propósito de dar algunas respuestas, las mías, las que creo que pueden ayudarte.

Pero empecemos por el principio. Empezar a opositar.

Empezar a opositar no es sencillo, pero tengo que advertirte que el camino posterior tampoco lo es, ¿por qué? porque se necesitan muchos ingredientes:

 

  1. La decisión firme de opositar (y no dejarlo hasta conseguir tu plaza)
  2. El compromiso de darlo todo
  3. El trabajo constante y prolongado en el tiempo (a veces años, lo tienes que saber).

Insistir, persistir, resistir y nunca desistir.

Opositar es un objetivo a largo plazo que te priva de placeres inmediatos: planes con amigos y familia, gimnasio, vacaciones y viajes… de alguna manera hipoteca tu tiempo. A mí me gusta verlo como una inversión a largo plazo, como ir al gimnasio o seguir una dieta saludable durante el año para sentirte bien en la playa con tu cuerpo.  

Es una inversión, estás construyendo tu futuro. Es decir, quien algo quiere, algo le cuesta. Una frase de toda la vida que viene genial para recordarnos que las cosas grandes requieren un esfuerzo y un tiempo.

Y ahora veamos la pregunta estrella:

¿Qué necesitas para comenzar? ¿Creías que iba a decirte que necesitas folios, bolis y subrayadores pastel? Vale, que el kit de papelería es básico (aquí una lover de la papelería bonita), pero hay que ser realistas, no es lo más importante, lo que de verdad necesitas para opositar es:

  1. Estar decidido y comprometido.
  2. Organización.
  3. Disciplina.
  4. Alguien que te guíe.
  5. Ganas de estudiar.

 1.Estar decidido y comprometido.

Lo tengo claro, no se puede opositar a medias, por eso nadie te puede obligar a opositar, es una decisión que tienes que tomar tú, y cuantas más razones tengas para opositar y más claro tengas tu objetivo, mucho mejor.

¿Por qué? Porque muchas veces vas a dejar planes a un lado por estudiar, porque muchas veces dudarás, tu mente intentará convencerte de que es mejor irte por ahí… por eso tienes que tener claro el motivo de por qué lo haces.

Quiero conseguir mi plaza y no pararé hasta conseguirla:

Hay una plaza para mí.

 

¿Esta frase te representa? Espero que sí. Es una buena manera de comenzar, te lo aseguro, repítela todos los días antes de ponerte a estudiar, las afirmaciones nos ayudan más de lo que creemos.

Además de tomar la decisión, también tienes que comprometerte a alcanzar el objetivo cuanto antes. Habrá muchas tentaciones, algunos obstáculos y puede que ciertos contratiempos, pero nada puede detenerte si estás dispuesto a estudiar y a darlo todo hasta conseguirlo, debes saber que está en tu mano. 

 

2. Organización.

Es importante aprender a organizarte, tienes que exprimir cada minuto y sacarle partido, especialmente si además de opositar, estás trabajando. Utiliza planificadores, agendas… todo lo que necesites para no perder ni un segundo, en un opositor, el tiempo es oro.

La planificación y la gestión del tiempo, la energía y los recursos son cuestiones clave que debes aprender a dominar. No quieras estudiar ocho horas desde el primer día si no tienes el hábito de estudiar. Una buena planificación debe tener en cuenta todas las circunstancias personales y del entorno. Como siempre digo, opositar no es solo estudiar.

 

3. Disciplina.

Llegados a este punto, ya tienes la decisión tomada, sabes como organizarte, y los temas que vas a estudiar en los próximos días… ahora la pelota está en el tejado de la disciplina. Tendrás que trabajarla si quieres vencer la procrastinación, porque es muy fácil caer en las garras del tema para otro día.

Habrá días buenos en los que te apetezca estudiar, temas que te encante memorizar, pero habrá otros que no. Tendrás que ser disciplinado y ser disciplinado, porque sí, amigo, tienes que estudiarte las leyes (o tema rollazo)  aunque sean un rollo. ¿Cómo? Sentándote a estudiar, siendo disciplinado y venciendo la pereza. Existen técnicas como la de la cuenta atrás, que pueden ayudarte, pero lo importante es que trabajes y desarrolles el músculo de la disciplina.

 

 

 4. Alguien que te guíe. 

Llámalo academia, preparador, amigo con experiencia, coach o mentor… hoy en día las nuevas tecnologías nos ofrecen muchas posibilidades. Déjate guiar por alguien que lo haya conseguido, que tenga experiencia y sepa de qué va esto de opositar, en solitario es muy complicado llegar al final.

Hoy en día a través de internet puedes encontrar blogs, foros y mucha gente que cuenta su experiencia en Instagram. Esto puede servirte, desde luego que muchísimo para empezar o para motivarte, pero lo ideal sin duda es tener un preparador o profe con experiencia en oposiciones, no solo por el temario si no por el apoyo emocional y los truquis que podrá darte que siempre vienen bien.

Si por el motivo que sea ahora no puedes apuntarte a un preparador, no te preocupes, quizás más adelante puedas, de momento, puedes ir avanzando por tu cuenta, estudiando y siguiendo blogs como este para inspirarte y no sentirte solo en este camino.

 

5. Ganas de estudiar. 

Esto sí que lo necesitas, las ganas de estudiar son imprescindibles y es que nadie puede estudiar por ti, el último esfuerzo tienes que hacerlo tú. Lo he visto muchas veces, preparadores que se desviven por preparar buenos temas, motivar a sus alumnos, apoyarles… pero luego no ven los frutos… y es que no depende de ellos, al final es el opositor quien tiene que echar toda la carne en el asador, apretar los dientes y memorizar, hacer casos prácticos, desarrollar los temas o lo que toque.

Y hasta aquí las 5 cosas imprescindibles que necesitas para empezar a opositar. Si todavía no lo has hecho, te recomiendo que te suscribas a mi Newsletter y te descargues de forma gratuita el Kit rápido del opositor que creo que puede interesarte con sus reflexiones, plantillas y ejercicios.

Si tienes alguna duda puedes dejarla en los comentarios de este post, escribirme al correo hayunaplazaparati@gmail.com o seguirme en instagram en mi cuenta @ursula_campos33, me encantará conocerte y poder hablar contigo.  

Gracias por leer hasta aquí, espero que el post te haya servido de ayuda y mucho ánimo en tu camino, hay una plaza para ti.

Un abrazo, 

Úrsula.